驴Cu谩l fue el pecado de Zelofehad en la Biblia?
驴C贸mo muri贸 Zelofehad? Los rabinos no se ponen de acuerdo sobre si el propio Zelofehad era un hombre bueno. En la opini贸n an贸nima de algunos Te贸logos es que era justo, mientras que otros concluyen que era malvado.
En cualquier caso, la expresi贸n 芦Su propio pecado muri贸禄 (verso 3) puede interpretarse como que, aunque no tent贸 a otros a pecar, fue castigado porque 茅l mismo pec贸.
Seg煤n algunos comentaristas, fue Zelofehad quien fue apedreado por recoger ramas en s谩bado (N煤meros 15.32-36), y otros dicen que fue uno de los que fueron abatidos por los amalecitas y cananeos por permitirles subir a la cima del monte.
Como esto ocurri贸 en el segundo a帽o despu茅s del 脡xodo La m谩s joven de las hijas de Zelofehad tendr铆a al menos cuarenta a帽os cuando reclam贸 la herencia de su padre. Todav铆a no estaban casadas (N煤meros 36:6, 11). Esto se deb铆a a que estaban esperando al hombre adecuado para casarse.
Las hijas de Zelofehad y la herencia eterna
Las hijas que reclaman su herencia. La historia de las cinco hijas de Zelofehad, Maala, Noa, Hogla, Milca y Tirsa, en N煤meros 27:1-11, describe las dificultades a las que se enfrentaron las mujeres y lo que tuvieron que hacer para conseguir sus derechos con dignidad.
En N煤meros 26, se hace un censo de todos los hombres mayores de 20 a帽os (v. 2). En la lista de clanes, se indica que 芦Y Zelofehad hijo de Hefer no tuvo hijos sino hijas禄 (v. 33), y al final del censo Dios le dice a Mois茅s que 芦A estos se repartir谩 la tierra en heredad, por la cuenta de los nombres.禄 (v. 53).
El t茅rmino 芦A estos se repartir谩禄 se refiere a las personas incluidas en el censo. Por lo tanto, se puede concluir que las hijas de Zelofeda no fueron incluidas en el censo y no recibieron ninguna tierra en herencia.
Como las mujeres eran herederas de la esclavitud egipcia, y es de esperar que entonces las leyes se aplicaran a menudo a favor de los hombres, su respuesta puede haber sido aceptar en silencio las reglas de la naturaleza establecidas para ellas.
Es probable que las mujeres de aquella 茅poca no se alejaran de sus familias y pasaran la mayor parte del tiempo en tiendas aisladas.
Caracter铆sticas de las hijas de Zelofehad
驴C贸mo y por qu茅 las hijas de Zelofehad escribieron un nuevo cap铆tulo en la historia? En primer lugar, atreverse a 芦salir禄 de sus casas, de su espacio social. La Biblia lo menciona de la siguiente manera:
芦Vinieron las hijas de Zelofehad hijo de Hefer, hijo de Galaad, hijo de Maquir, hijo de Manas茅s, de las familias de Manas茅s hijo de Jos茅, los nombres de las cuales eran Maala, Noa, Hogla, Milca y Tirsa; 2 y se presentaron delante de Mois茅s y delante del sacerdote Eleazar, y delante de los pr铆ncipes y de toda la congregaci贸n, a la puerta del tabern谩culo de reuni贸n, y dijeron:禄 (N煤meros 27:1-2)
En el campamento israelita, cada tribu ten铆a su propio lugar especial, con el tabern谩culo en el centro y los gobernantes m谩s importantes de pie en medio de 茅l, todos los cuales eran hombres.
Mois茅s, el sacerdote Eleazar y los ejecutivos. Sin embargo, las cinco hermanas decidieron hacer valer sus derechos.
Juntas, salieron de la tienda y, sin necesidad, se dirigieron a un lugar donde s贸lo se reun铆an los ancianos y l铆deres de Israel, un lugar donde se encontraba el tabern谩culo del Sina铆 en el arca de la alianza, un lugar de santidad y autoridad, un lugar donde las mujeres no ten铆an autoridad.
Las hijas de Zelofehad reflexi贸n
Deben haberse sentido abrumadas al ver un giro tan impactante e inesperado de los acontecimientos. Por eso eligieron llegar hasta Mois茅s.
Pero eso no fue todo lo que hicieron las cinco hermanas. No s贸lo se levantaron, sino que hablaron abiertamente y sin temor.
Dijeron 芦Nuestro padre muri贸 en el desierto; y 茅l no estuvo en la compa帽铆a de los que se juntaron contra Jehov谩 en el grupo de Cor茅, sino que en su propio pecado muri贸, y no tuvo hijos. 4 驴Por qu茅 ser谩 quitado el nombre de nuestro padre de entre su familia, por no haber tenido hijo? Danos heredad entre los hermanos de nuestro padre.禄 (N煤meros 27:3-4).
Analicemos c贸mo se refleja este texto en estas mujeres. Lo primero que hay que se帽alar es que estas mujeres conoc铆an sus leyes y su historia.
Utilizan el hecho de que sus padres no participaron en la rebeli贸n de Cor茅 (N煤meros 16) como prueba para apoyar sus derechos a la tierra.
Sab铆an que el nombre de la familia depend铆a de la herencia de la tierra y que las leyes existentes eran inadecuadas porque no ten铆an en cuenta la inusual situaci贸n de un hombre sin hijo.
Ten铆an una visi贸n aguda de esta carencia: 隆la ley de Dios! Pero porque tuvieron en cuenta la ley de Dios. Pero no dudaron en se帽alar la injusticia y apoyar sus argumentos tan convincentes, porque cre铆an que la ley de Dios era justa o estaba destinada a hacer justicia.
驴C贸mo respondi贸 Mois茅s? Se desprende del siguiente pasaje 芦Mois茅s llev贸 su causa delante de Jehov谩禄 (27:5). Mois茅s dej贸 claro que no era competente para juzgar las reclamaciones de estas hermanas.
Apel贸 a Dios, que respondi贸 dando claramente la raz贸n a las hermanas y promulgando una nueva ley permanente para asegurar la herencia de cada hija en estos casos (27:6-8). As铆, la petici贸n de las hermanas condujo a una modificaci贸n permanente de la ley de sucesiones.
Como se ha se帽alado anteriormente, la clave del 茅xito de las hermanas fue su completa comprensi贸n de la ley de Dios y de la historia y el relato del pueblo.
Las hijas de Zelofehad marcaron un hito en el derecho de las mujeres a heredar tierras, desde entonces hasta nuestros d铆as.
Pero m谩s que eso, la historia de estas cinco mujeres es una lecci贸n convincente para todos aquellos que creen que su destino est谩 predeterminado o que la justicia Divina les ha abandonado.
Y es un mensaje de esperanza para todos los que se enfrentan a dificultades. El legado m谩s importante de las Hijas de Zelofehad es su llamada a que todos tomemos la vida en nuestras manos, a que salgamos de los lugares que otros nos han dado o en los que hemos decidido quedarnos porque nos sentimos impasibles, a los centros m谩s sagrados, incluso a los lugares donde nadie Lo ser谩.
Al fin y al cabo, no hay nada m谩s sagrado que la propia vida y la lucha por conseguir lo que valoramos. Este cap铆tulo nos insta a descubrir que nosotros tambi茅n tenemos el poder de saber qu茅 es lo correcto para nosotros y cu谩les deben ser nuestros derechos.
Dios te bendiga!!!
Fuente b铆blica: Reina Valera 1960