AlgĂșn dĂa entenderĂĄs por que Dios permite que pasaras por tanto
AlgĂșn dĂa entenderĂĄs el por quĂ© de las cosas. Cada vez que nos desplazamos por Pinterest o Instagram, nos encontramos con citas inspiradoras y motivacionales de temĂĄtica cristiana.
Estas citas no son necesariamente pasajes bĂblicos, pero se refieren a Dios y nos animan a salir adelante.
La Biblia describe cómo Dios ha permitido el sufrimiento en la vida de los creyentes. Mira a Job, por ejemplo. Dios permitió deliberadamente que el enemigo infligiera un gran daño a su vida.
TambiĂ©n podemos mirar la vida del propio hijo de Dios. Dios no protegiĂł a JesĂșs del dolor y el sufrimiento en la cruz, Âżverdad? Pero su muerte fue necesaria para preparar el camino del nuevo nacimiento.
La muerte y las pruebas son a veces necesarias en la vida cristiana. Es inevitable. Como dice Santiago 1:2-3, «Hermanos mĂos, tened por sumo gozo cuando os hallĂ©is en diversas pruebas, sabiendo que la prueba de vuestra fe produce paciencia.»
A lo largo de la Biblia vemos que Dios es soberano sobre la vida de cualquier ser humano. Podemos creer que Ăl tiene el control de todo, incluso de nuestras propias vidas.
Pero debemos recordar que se nos ha dado libre albedrĂo en la vida. Si elegimos abandonar la obediencia a Dios y a los principios de Su Palabra, las consecuencias y el sufrimiento que cosechamos por nuestras acciones no son necesariamente el plan de Dios para nuestras vidas.
No cae una hoja sin que Dios lo permita
La frase «no cae una hoja sin que Dios lo permita» no se encuentra textualmente en la Biblia, pero su mensaje puede ser respaldado por varios pasajes que expresan la soberanĂa y el control total de Dios sobre la creaciĂłn. AquĂ hay algunas citas bĂblicas que reflejan esta idea:
- Mateo 10:29-31: «¿No se venden dos pajarillos por un cuarto? Con todo, ni uno de ellos cae a tierra sin vuestro Padre. Pues aun vuestros cabellos estån todos contados. Asà que, no temåis; mås valéis vosotros que muchos pajarillos.»
- Salmo 139:16: «Mi embrión vieron tus ojos, y en tu libro estaban escritas todas aquellas cosas que fueron luego formadas, sin faltar una de ellas.»
- Proverbios 16:9: «El corazón del hombre piensa su camino, mas Jehovå endereza sus pasos.»
- IsaĂas 46:9-10: «Acordaos de las cosas pasadas desde los tiempos antiguos; porque yo soy Dios, y no hay otro Dios, y nada hay semejante a mĂ, que anuncio lo por venir desde el principio, y desde la antigĂŒedad lo que aĂșn no era hecho; que digo: Mi consejo permanecerĂĄ, y harĂ© todo lo que quiero.»
- Daniel 4:35: «Todos los habitantes de la tierra son considerados como nada; y Ă©l hace segĂșn su voluntad en el ejĂ©rcito del cielo y en los habitantes de la tierra; y no hay quien detenga su mano, y le diga: ÂżQuĂ© haces?»
Estas citas destacan la omnipresencia y omnipotencia de Dios, sugiriendo que nada ocurre fuera de su conocimiento y permiso
No estĂĄs solo en este proceso
Dios también nos ayuda en nuestros sufrimientos y pruebas. Nunca se nos dice que debemos afrontar las tormentas de la vida por nuestra cuenta.
Esto es evidente en 2 Corintios 12:7-10:
«Y para que la grandeza de las revelaciones no me exaltase desmedidamente, me fue dado un aguijĂłn en mi carne, un mensajero de SatanĂĄs que me abofetee, para que no me enaltezca sobremanera; respecto a lo cual tres veces he rogado al Señor, que lo quite de mĂ. Y me ha dicho: BĂĄstate mi gracia; porque mi poder se perfecciona en la debilidad. Por tanto, de buena gana me gloriarĂ© mĂĄs bien en mis debilidades, para que repose sobre mĂ el poder de Cristo. Por lo cual, por amor a Cristo me gozo en las debilidades, en afrentas, en necesidades, en persecuciones, en angustias; porque cuando soy dĂ©bil, entonces soy fuerte».
En este pasaje, Pablo habla de las «espinas» en su carne. Dios le permitió enfrentar el sufrimiento causado por Satanås. ¿Por qué? Para que no se sienta orgulloso.
De este pasaje podemos ver varias verdades bĂblicas:
1) Dios nos permite experimentar el sufrimiento. Si Ăl permite que enfrentemos pruebas, debe tener un propĂłsito y un plan.
2) No nos enfrentamos solos al sufrimiento. Si nos enfrentamos a ellos con nuestras propias fuerzas, quedaremos sepultados bajo su peso. AsĂ que, podemos confiar en Dios en estos momentos y recibir fuerza en nuestra debilidad.
TambiĂ©n sabemos que para los que estĂĄn en Cristo, el sufrimiento no dura para siempre. Seguiremos afrontando pruebas de un tipo u otro a lo largo de nuestra vida, pero aĂșn podemos esperar el dĂa en que estaremos libres para siempre de todo dolor y sufrimiento (Apocalipsis 21:4). SĂ, Dios velarĂĄ por nosotros. Veremos la victoria.
El sufrimiento temporal terminarĂĄ. Y no sĂłlo eso, sino que si seguimos soportando estas pruebas, un dĂa recibiremos la «corona de vida» (Santiago 1:12).
La conclusiĂłn es la siguiente. Dios nunca abandona a sus hijos, ni nos abandona a nosotros cuando sufrimos. Nos toma de la mano. Ăl nos guĂa. Pero debemos seguir buscĂĄndolo a Ăl primero y caminar en obediencia.
Ăl nos darĂĄ la fuerza para soportar. Ăl estĂĄ a nuestro lado mientras caminamos por el valle de la sombra de la muerte (Salmo 23).
En cualquier caso, es bĂblicamente correcto decir que Dios tambiĂ©n es fiel y nos ayuda a soportar la carga del sufrimiento.
Dios puede cambiar el sufrimiento para mejor. Romanos 8:28 dice: «Y sabemos que a los que aman a Dios, todas las cosas les ayudan a bien, esto es, a los que conforme a su propósito son llamados.»
En Filipenses 4, Pablo describe cĂłmo aprendiĂł a «contentarme, cualquiera que sea mi situaciĂłn» (v. 11). ContinĂșa diciendo que el secreto para afrontar el sufrimiento es que «Todo lo puedo en Cristo que me fortalece.» (v. 13).
Esto sugiere que no somos derrotados por las circunstancias, sino que somos capaces de resistir porque confiamos en Dios.
Hay una esperanza similar en Romanos 8:35,37 «¿Quién nos separarå del amor de Cristo? ¿Tribulación, o angustia, o persecución, o hambre, o desnudez, o peligro, o espada?. Antes, en todas estas cosas somos mås que vencedores por medio de aquel que nos amó.»
ÂżCĂłmo puedo salir de la situaciĂłn?
La Biblia nos dice que Dios es un buen padre y cuida de sus hijos incluso cuando sufren. El mismo Dios que dio a David la fuerza para enfrentarse a Goliat te darĂĄ la fuerza para enfrentarte a los gigantes de tu propia vida. SĂłlo a travĂ©s de Cristo y del EspĂritu Santo podemos y venceremos la muerte y el sufrimiento.
JesĂșs no sĂłlo se enfrentĂł a lo peor del mundo, sino que conquistĂł sus fortalezas. Porque el Cristo vivo vive en nosotros, no hay nada que la vida pueda arrojarnos que Cristo no pueda superar.
Pero no te fĂes sĂłlo de mi palabra. Abre la Biblia por ti mismo. Quiero darte esperanza para tu situaciĂłn, pero mis palabras no pueden tener la misma autoridad que las de Dios, porque mis palabras no pueden tener la misma autoridad que las de Dios.
En cambio, la palabra de Dios es «Viva y eficaz, y mĂĄs cortante que toda espada de dos filos; y penetra hasta partir el alma y el espĂritu, las coyunturas y los tuĂ©tanos, y discierne los pensamientos y las intenciones del corazĂłn.» (Hebreos 4:12).
Los libros y artĂculos que he escrito desaparecerĂĄn un dĂa, pero «la palabra de nuestro Dios permanecerĂĄ para siempre» (IsaĂas 40:8).
SĂłlo comiendo este alimento diariamente podemos permanecer espiritualmente fuertes (Mateo 4:4) y ser fortalecidos por el EspĂritu Santo para enfrentarnos a esta vida.
La luz (Salmo 119:105) y la esperanza que tan desesperadamente deseamos en este mundo oscuro y corrupto sĂłlo pueden obtenerse aferrĂĄndose a su palabra.
Espero haberte bendecido con este artĂculo.
Dios te bendiga!!!