¿Dónde Dice la Biblia que Salomón se Arrepintió?

Salomón es ungido por Dios

David se acerca al final de su vida, pero debe enfrentarse a otra rebelión desgarradora. Esta vez proviene de su hijo Adonías, que intenta usurpar el trono.

Sin embargo, los hombres clave se levantan para ayudar a David y la rebelión es sofocada cuando Salomón toma el trono.

Una vez que Salomón fue ungido, los partidarios de Adonías reconocieron que serían culpables de traición si permanecían con él.

Lo dejaron y Adonías huyó al altar en busca de seguridad, una práctica común en el Cercano Oriente antiguo. Salomón prometió preservar su vida (1 Reyes 1: 41-53).

La Biblia dice que Salomón fue ungido como rey de Israel por el profeta Natán. 1 Reyes 1:38-50

¿Cuáles fueron los pecados de Salomón?

Detrás de la historia del reino dividido está la caída de Salomón. Lo hizo muy bien al principio, pero se hundió hasta un punto vergonzoso, como describen dos capítulos clave (1Reyes 10 y 11).

En esta lección, examinamos los factores detrás del pecado de Salomón y su caída de la gloria. Notamos sus excesos, su desobediencia, su negligencia, y sus varias faltas – un enfoque negativo quizás, pero muy instructivo.

El exceso de Salomón

Oro y plata: Salomón acumuló enormes cantidades de plata y oro (1Reyes 10:14-21,27).

Miles de caballos: Las existencias y el comercio de Salomón de caballos procedentes de Egipto eran enormes (1Reyes 10:26,28-29).

Mil esposas: Salomón tenía 700 esposas, hijas de reyes extranjeros, y 300 concubinas (1Reyes 11:1-3).

La desobediencia de Salomón

Dios deja a Salomón

La historia de Salomón comienza muy bien. Comenzó a reinar con humildad y dedicación.

En Gabaón, Dios se le apareció en un sueño e invitó a Salomón a pedir lo que quisiera. Salomón complació a Dios con su respuesta: «Dame sabiduría para gobernar bien a tu pueblo».

Dios le concedió una gran sabiduría, así como muchas bendiciones que no había pedido: «riquezas y honores, de modo que no habrá ninguno entre los reyes como tú en todos tus días, si andas en mis caminos, guardando mis mandamientos y mis leyes» (1Reyes 3:3-15). Más tarde, Dios se le apareció a Salomón por segunda vez.

Sin embargo, hacia el final de su reinado, la encantadora relación de Salomón con Dios se había invertido tristemente: «Y se enojó Jehová contra Salomón, por cuanto su corazón se había apartado de Jehová Dios de Israel, que se le había aparecido dos veces,». 1 Reyes 11:9

Para relacionar los curiosos hechos anteriores con la caída de Salomón, retrocedemos al tiempo en el desierto. En la ley dada a Moisés, Dios anticipó el deseo de la futura nación de tener un rey. Dios hizo una ley para cada rey.

Deuteronomio 17:14-20

«14 Cuando hayas entrado en la tierra que Jehová tu Dios te da, y tomes posesión de ella y la habites, y digas: Pondré un rey sobre mí, como todas las naciones que están en mis alrededores;
15 ciertamente pondrás por rey sobre ti al que Jehová tu Dios escogiere; de entre tus hermanos pondrás rey sobre ti; no podrás poner sobre ti a hombre extranjero, que no sea tu hermano.
16 Pero él no aumentará para sí caballos, ni hará volver al pueblo a Egipto con el fin de aumentar caballos; porque Jehová os ha dicho: No volváis nunca por este camino.
17 Ni tomará para sí muchas mujeres, para que su corazón no se desvíe; ni plata ni oro amontonará para sí en abundancia.
18 Y cuando se siente sobre el trono de su reino, entonces escribirá para sí en un libro una copia de esta ley, del original que está al cuidado de los sacerdotes levitas;
19 y lo tendrá consigo, y leerá en él todos los días de su vida, para que aprenda a temer a Jehová su Dios, para guardar todas las palabras de esta ley y estos estatutos, para ponerlos por obra;
20 para que no se eleve su corazón sobre sus hermanos, ni se aparte del mandamiento a diestra ni a siniestra; a fin de que prolongue sus días en su reino, él y sus hijos, en medio de Israel.».

¿Por qué Salomón se apartó de Dios?

Detrás de esta historia está el hecho de que, por muy fuerte que sea nuestra fe, podemos, como Salomón, dejarla escapar por no prestar suficiente atención a la palabra de Dios diariamente.

La afirmación más punzante sobre Salomón es ésta: «Y cuando Salomón era ya viejo, sus mujeres inclinaron su corazón tras dioses ajenos, y su corazón no era perfecto con Jehová su Dios, como el corazón de su padre David.» (1Reyes 11:4). En otras palabras, el corazón de Salomón estaba dividido.

Una devoción parcial a Dios es inútil. Una devoción total a Dios es necesaria. No podemos dividir nuestra lealtad entre Dios y otros dioses u otras cosas.

Consecuencias del pecado de Salomón

Dentro de las consecuencias, encontramos a Dios diciéndole a Salomón: «romperé de ti el reino, y lo entregaré a tu siervo» (1Reyes 11:9-11).

Mientras que Benjamín se aferró a Judá, las otras diez tribus se rebelaron. Cuando Salomón murió, rechazaron al hijo de Salomón, Roboam, como rey, e hicieron rey al siervo de Salomón, Jeroboam.

Rechazaron a Jerusalén, la ciudad santa, e hicieron que su capital fuera Samaria, al norte. Así que hubo una división en dos reinos.

Las tribus de Judá y Benjamín pasaron a ser conocidas colectivamente como Judá, mientras que las diez tribus circundantes conservaron el nombre de Israel.

Cada reino tuvo su propia sucesión de reyes, muchos de los cuales fueron malos, siendo el de Israel el peor.

Salomón se arrepintió de su pecado

¿Se arrepintió Salomón de sus pecados y volvió al Señor más tarde en su vida? Tenemos la esperanza de que lo hizo. El libro del Eclesiastés fue escrito casi con seguridad por Salomón «rey de Israel en Jerusalén» (Eclesiastés 1:1,12).

Lo escribió después de haber realizado todas sus obras y adquisiciones. Al reflexionar, las declara «todo ello es vanidad y aflicción de espíritu» (Eclesiastés 1:14).

Salomón se arrepiente de su pecado. Salomón reconoce que las obras y la palabra de Dios son eternas y lo único que realmente importa (Eclesiastés 3:14, 12:13-14). Aquí se evidencia el arrepentimiento de Salomón. Esto indica un Salomón reformado y penitente que volvió a seguir el corazón de su padre David.

Al igual que David, Dios perdono a Salomón. Las consecuencias temporales de sus pecados tuvieron que permanecer, pero de las consecuencias eternas se salvó.

Dios te bendiga!!!

Fuente: Reina Valera 1960

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