¿Puede un cristiano casarse con un inconverso?
Imagina que estas en una tienda de comestibles y ves a un chico/chica guapo o guapa. Lo invitas a salir y lo conoces.
Los creyentes no debemos unirnos en matrimonio con personas que no sigan nuestra fe. Porque no va con diseño que Dios hizo para las parejas.
Muchos me han pregunta si ¿Puede casarse un cristiano con un inconverso? Casarse con un no cristiano causará que usted se una en yugo desigual, lo cual se nos llama a no hacer en 2 Corintios 6:14.
Esto es para protegernos de las heridas que pueden ser causadas por un matrimonio en yugo desigual, estas nos pueden alejar de Dios.
Si usted está contemplando pasar su vida con alguien que no comparte las mismas creencias que usted, por favor lea este artículo. Nuestra carne anhela conformarse a los caminos de este mundo.
Debes luchar contra ese deseo y ver lo que dice la Biblia antes de casarte con la persona que crees que es la indicada.
¿Qué dice la Biblia de los inconversos?
Inconverso en la Biblia. El término inconverso no esta en la Biblia. Pablo le llama «Incrédulos». Estas personas generalmente no aprueban la forma de vida cristiana y otros ni siquiera se la permiten a sus parejas.
Según la Palabra de Dios, tienen costumbres y acciones que a la luz de la Biblia son desagradables a los ojos de Dios. Era esta una de las causas por las cuales Dios le prohibió a Israel mezclarse con otros pueblos.
Porque sus costumbres corrompen a los que seguimos al Dios vivo. Lo que practican nos hacen alejarnos del Señor y volver a nuestra antigua vida.
Cerca del 75 % de personas que conozco que se han casado con inconversos, terminan dejando la iglesia y abandonando los caminos de Dios.
Es por esto que insisto en que no debemos hacer pareja con personas que no profesan nuestra fe o nuestra devoción al Señor.
El casarse con un no creyente
El matrimonio es algo con lo que muchos de nosotros hemos soñado desde que éramos niños. Jugábamos a las casitas y fingíamos ser marido y mujer con nuestros amigos. Algunos de nosotros incluso tuvimos bodas falsas.
Es un deseo profundo dentro de muchos de nuestros corazones. Vamos por la vida buscando a alguien con quien compartirla. Salimos con todo tipo de personas con la esperanza de encontrar nuestra alma gemela.
Esto puede hacer que nos desesperemos tanto que terminemos conformándonos con alguien que no se ajusta a nuestros estándares bíblicos.
Terminamos encontrando una persona dulce, amable, cariñosa y atractiva. Pero no es un cristiano.
Como cristianos, esta es una situación en la que debemos resistirnos a entrar. Dios quiere que compartamos nuestras vidas con alguien que comparta las mismas creencias que nosotros.
Por eso los cristianos no deberían ni siquiera pensar en casarse con alguien que no sea cristiano. La Biblia incluso nos advierte de hacerlo.
La visión de Dios para el matrimonio es dar cabida a una «cultura de dos». El matrimonio consiste en compartir la vida, y la «unidad» que surge de esa cultura compartida.
El matrimonio se convierte en el contexto central en el que crecemos hasta convertirnos en las personas que Dios quiere que seamos, y en el lugar en el que criamos a nuestros hijos para que conozcan a Dios de forma amorosa.
Un buen matrimonio puede ser un lugar en el que buscar refugio, esperanza y fuerza en los momentos difíciles, y un lugar en el que dar una profunda alegría y agradecimiento a Dios por todo lo bueno que hemos vivido.
En mi matrimonio, nuestra fe común en Dios es la base de los valores compartidos que definen nuestra relación y nuestra familia.
¿Me puedo casar con un inconverso?
¿Puede una cristiana casarse con un inconverso? Esta pregunta muestra una voluntad de compromiso. Casarse con un no cristiano puede ser satisfactorio a corto plazo.
Sin embargo, con el tiempo, es probable que se convierta en una fuente de dolor porque su matrimonio no estará centrado en Cristo.
Conozco a muchas mujeres que lamentan profundamente haberse casado con un no cristiano. La mayoría de ellas siguen amando a sus maridos, pero se han perdido mucho de lo que Dios pretendía para su matrimonio.
Cuando hay hijos, estos matrimonios se vuelven aún más complicados y dan dolores de cabeza. El marido de una amiga le pidió que dejara de leer historias bíblicas a los niños y de orar con ellos.
Cada vez que ella hablaba de Dios, él respondía que Dios es una fantasía. Esta declaración de su padre tuvo un profundo efecto en sus hijos.
El hecho de compartir o no la fe en Dios a través de Jesucristo debería estar en lo más alto de la lista de «no negociables» que buscas en una pareja matrimonial. No es garantía de un buen matrimonio, pero es un punto de partida sensato.
¿Pueden los cristianos casarse con personas no cristianas?
Permítame responder a su pregunta. Sí, creo que es un pecado casarse con un no cristiano. En 2 Corintios 6:14, el apóstol Pablo dice: «No estés con los incrédulos».
Recuerda que el mandato de Dios no es ponerte un yugo desigual. Dios siempre te perdonará, y siempre redimirá incluso el matrimonio más roto, pero todavía tendrás que vivir con las consecuencias de tus decisiones.
Pasajes bíblicos sobre el matrimonio con personas no cristianas
Nuestros padres, familia, amigos y pastores nos advierten de salir y casarse con alguien que no comparte nuestras creencias. Sin embargo, no son los únicos.
A lo largo de la Biblia, hay muchas historias y versículos que muestran que no debemos casarnos con los no cristianos.
El Rey Salomón
Uno de estos ejemplos es el Rey Salomón. El rey Salomón era un israelita, uno de los elegidos de Dios. Era un gobernante rico y se le consideraba sabio.
El rey Salomón terminó atrapado en su amor por las mujeres.
1 Reyes 11:1-6
Pero el rey Salomón amó, además de la hija de Faraón, a muchas mujeres extranjeras; a las de Moab, a las de Amón, a las de Edom, a las de Sidón, y a las heteas;
Gentes de las cuales Jehová había dicho a los hijos de Israel: No os llegaréis a ellas, ni ellas se llegarán a vosotros; porque ciertamente harán inclinar vuestros corazones tras sus dioses. A estas, pues, se juntó Salomón con amor.
Y tuvo setecientas mujeres reinas y trescientas concubinas; y sus mujeres desviaron su corazón.
Y cuando Salomón era ya viejo, sus mujeres inclinaron su corazón tras dioses ajenos, y su corazón no era perfecto con Jehová su Dios, como el corazón de su padre David.
Porque Salomón siguió a Astoret, diosa de los sidonios, y a Milcom, ídolo abominable de los amonitas.
E hizo Salomón lo malo ante los ojos de Jehová, y no siguió cumplidamente a Jehová como David su padre.
Salomón fue en contra de los mandatos del Señor y se casó con múltiples mujeres no creyentes. Las amó y se consumió por la lujuria. Como sus esposas estaban perdidas y no seguían al mismo Dios que Salomón, terminaron por desviarlo.
Confió su fe a muchas mujeres que no la valoraban, y por ello enfureció al Señor y siguió a dioses falsos.
No debemos pasar por alto el ejemplo de Salomón y separarlo de nuestra situación. Nosotros también somos el pueblo elegido de Dios y estamos llamados a no estar con otros que no comparten las creencias.
Dios no quiere que nos desviemos como Salomón. Por el contrario, quiere que nos acerquemos a Él.
No se unan en yugo desigual
En todas nuestras relaciones, estamos llamados a estar igualmente unidos. Vemos esto en 2 Corintios 6:14 que fue escrito por Pablo.
Aunque este verso no se aplica solamente al matrimonio, debemos aceptar que se aplica a todas nuestras relaciones. Especialmente al matrimonio.
2 Corintios 6:14-15
No os unáis en yugo desigual con los incrédulos; porque ¿Qué compañerismo tiene la justicia con la injusticia? ¿Y qué comunión la luz con las tinieblas? ¿Y qué concordia Cristo con Belial? ¿O qué parte el creyente con el incrédulo?
En estos versículos hay varias enseñanzas a las cuales debemos prestar mucha atención.
Un yugo es algo que solía ser usado comúnmente por los granjeros en su ganado. Es un dispositivo de madera que va en el cuello de dos reses conectándolas.
Se ata alrededor de ambos animales para que esté bien sujeto y no puedan escapar.
Esto es para que tengan que caminar uno al lado del otro y no puedan separarse. Si no están igualmente unidos, un buey acabará arrastrando al otro. Incluso hace que se ahogue el otro.
Estamos llamados a compartir a Cristo con aquellos que son consumidos por las tinieblas, pero no estamos llamados a vivir dentro de ellos y permitir lo que hacen en nuestras vidas.
¿Qué pasa si ya me he casado con un no cristiano?
Tal vez usted recién está conociendo a Dios y viviendo una vida que le agrada a Dios, pero ya está casado con alguien que no es cristiano. O usted tomó la decisión como cristiano de casarse con alguien que no comparte sus creencias y las cosas están empezando a ponerse difíciles.
No debemos perder la esperanza
Tal vez se pregunte si debe empezar a pensar en irse o si esta es una razón bíblica para divorciarse porque casarse con un no creyente no está dentro del diseño de Dios para el matrimonio.
Pablo aborda esta situación en 1 Corintios 7
1 Corintios 7: 12-13
Y a los demás yo digo, no el Señor: Si algún hermano tiene mujer que no sea creyente, y ella consiente en vivir con él, no la abandone. Y si una mujer tiene marido que no sea creyente, y él consiente en vivir con ella, no lo abandone.
Pablo declara que cree que aquellos que ya están en un pacto matrimonial con un no creyente no deben divorciarse de ellos.
Ellos deben buscar seriamente al Señor, pero también comprometerse con el voto que hicieron a esa persona.
Estar en esta situación es desgarrador y puede destrozarte, pero no pierdas la esperanza. Pablo continúa con estas palabras alentadoras.
1 Corintios 7:14
Porque el marido incrédulo es santificado en la mujer, y la mujer incrédula en el marido; pues de otra manera vuestros hijos serían inmundos, mientras que ahora son santos.
Si usted es creyente y su cónyuge no lo es, todavía hay esperanza. Esto no significa que usted debe seguir adelante y casarse con un incrédulo.
Este verso está hablando específicamente a aquellos que vinieron a la fe después de casarse.
Cristo nos purifica y porque esto es algo tan poderoso, nos permite brillar su luz en la vida de nuestro cónyuge. También da esperanza a sus hijos de que son santos y siguen siendo amados por el Señor.
Es desgarrador luchar por alguien cuando no luchan por ti. Aunque esta situación también rompe el corazón del Señor, usted no ha pecado.
1 Corintios 7: 15-16
15 Pero si el incrédulo se separa, sepárese; pues no está el hermano o la hermana sujeto a servidumbre en semejante caso, sino que a paz nos llamó Dios. Porque ¿Qué sabes tú, oh mujer, si quizá harás salvo a tu marido? ¿O qué sabes tú, oh marido, si quizá harás salva a tu mujer?
Una vez que te dejan y los papeles están finalizados, tu matrimonio se ha disuelto. Ya no estás atado a ellos y has sido liberado a los ojos del Señor.
También vemos en estos versículos que no debemos casarnos con alguien con la esperanza de convertirlo a la fe. Esto no está dentro de nuestra capacidad.
El único que puede hacer a alguien un creyente es Cristo mismo. Nosotros no somos más que un recipiente.
Podemos ser capaces de hablar la verdad en esa persona, pero ellos deben elegir someterse al Señor. El único que puede salvar vidas es Cristo mismo.
Dios te bendiga!!!
Fuente: Reina Valera 1960
Muy hermoso esta enseñanza ..me gustó…porque atravesó de esta palabra Dios me habló ..Dios te bendiga..
Bendiciones Zulma!!!
Gracias por tu hermoso comentario!!!