Pacientemente esperé en Jehová versículo
«Pacientemente esperé a Jehová, y se inclinó a mí, y oyó mi clamor.» Salmos 40:1
Pacientemente esperé a Jehová significado
Cuando estudio el Salmo 40:1, viene en seguida a mi mente lo difícil que es esperar pacientemente cualquier cosa, incluido en el Señor. Para ser sinceros, la espera puede ser frustrante y algunas veces insoportable.
Soy alguien que, cuando voy a la caja del supermercado, calcula meticulosamente los tiempos de espera de las distintas colas para no perder ni un segundo de pie en mi ajetreada jornada.
Por supuesto, es inevitable que haga cola detrás de los que necesitan una «revisión de precios». Mientras espero, mi estómago se revuelve de ansiedad e impaciencia.
Creo que el Salmo 40 describe un fuerte anhelo y esperanza más que una paciente espera. Es un recordatorio de que el tiempo de Dios es a veces muy lento para nosotros. Puede ser difícil esperar al Señor en tales circunstancias.
El Salmo 40:1 es un modelo de corrección para mí, y quizás también para ti. El reto es aprender, creo que también es un estímulo para el salmista que, como yo, no encontraba fácil esperar a que Dios actuara.
En otras traducciones inglesas (ESV, NRSV) encontramos el adverbio «pacientemente». Estas parecen seguir el mismo patrón de la versión King James, que dice «esperé pacientemente».
Sin embargo, el texto original en hebreo del Salmo 40:1 no dice «esperé pacientemente». El texto original en hebreo utiliza dos veces el verbo qawa, que significa «esperar». La traducción literal es ‘esperé, esperé al Señor’. Aquí se utiliza el participio ‘esperar, espero al Señor’.
Este duplicado del verbo refuerza el significado. Informalmente se podría decir: «Esperé y esperé a Dios. Por fin miró; finalmente escuchó.».
La repetición del mensaje capta maravillosamente el significado del texto original. Seguí esperando a Dios.
Obsérvese que aquí no hay paciencia, si entendemos la paciencia como una espera pacífica, confiada y tranquila. Si nos fijamos en el Salmo 40:1, vemos a David esperando intensamente, ansiosamente, tal vez incluso desesperado, como se ve a partir del versículo 12.
«Quieras, oh Jehová, librarme; Jehová, apresúrate a socorrerme.» (40:13).
Con esto no quiero decir que no sea bueno esperar pacientemente al Señor. Más bien, ser capaz de confiar en la bondad de Dios incluso en tiempos difíciles es un elemento clave de la fe madura.
Estoy a favor de la paciencia. Sin embargo, el Salmo 40:1 es más una imagen de fuerte anhelo y esperanza que de paciente espera.
Es un recordatorio de que el tiempo de Dios es a veces muy lento para nosotros. No es fácil esperar al Señor en esos momentos.
Pero esperamos una y otra vez, poniendo nuestra esperanza en Dios. Si nos sentimos desesperados, podemos clamar a Dios como el salmista.
Cuando somos sinceros con nuestros sentimientos y confiamos en nuestro verdadero yo, a menudo recibimos el regalo de la paz. Cuando Dios se mueve en un horario misterioso, confiamos más y más en Él.
Incluso podemos aprender a esperar a Dios con paciencia. Pero en nuestras luchas, podemos encontrar a los que luchan con nosotros en los Salmos. ¡Gracias a Dios!
Dios te bendiga!!!